El dolor de hombro es habitual en la postura del perro boca abajo. Prueba estos consejos para aliviarlo o evitarlo: haz la postura e inhala. Al exhalar, rota los brazos internamente. Rotar los brazos superiores externamente puede aprisionar el tendón supraespinoso del manguitos de rotadores y provocar dolor. Haz presión con las manos, con todos los dedos sobre el suelo. Mantén la longitud de la columna vertebral para evitar el exceso de peso en los hombros.
Ahora, deja que los omóplatos bajen hacia el cuello y fuera hacia tus meñiques, lo cual permite que los omóplatos roten de forma natural. Genera un poco de acción muscular entre los omóplatos acercando ligera- mente entre sí sus puntas inferiores. No olvides respirar mientras haces presión contra el suelo, ajusta el peso sobre los dedos para liberar presión a las muñecas.
En esta postura, la del perro boca abajo, tanto los brazos superiores como los antebrazos deberían rotarse internamente para asentar la cabeza del húmero en la orientación más profunda de la cavidad glenoidea (el espacio cóncavo en el cual
el húmero se conecta con el omóplato). Para que esto pase, puede ayudar girar las puntas de los dedos un poco hacia dentro. Deja que la cabeza cuelgue hacia abajo, y mantén la posición durante varias respiraciones.
La importancia del omóplato en el movimiento de tus brazos
El omóplato influye en el movimiento de todo el brazo. Los músculos y tendones que se unen a él ayudan al movimiento del húmero, la clavícula, el esternón, el radio y el cúbito, los carpos, los metacarpos, y las falanges. Los omóplatos tienen forma de pirámide invertida, y son curvos para encajar cómodamente por detrás de las costillas. La unión entre el omóplato y el húmero forma la verdadera articulación de rótula del hombro. En la parte anterior del cuerpo, los omóplatos conectan con las clavículas, y la parte anterior de las clavículas se conecta al esternón. Este grupo de articulaciones debe trabajar en armonía para permitir el movimiento sin limitaciones ni dolor en el tren superior.
La anatomía en acción
Si no sufres de lesión ni dolor alguno en los hombros, prueba esto: ponte de pie y mueve un brazo hacia el costado unos 30 centímetros, en un ángulo de unos 45 ̊. Notarás que el omóplato apenas se mueve. Después, sigue moviendo el brazo por encima de la cabeza. Inmediatamente notarás cómo el omóplato empieza a rotar y a elevarse (siempre y cuando no interfieras con él bajando el omóplato por la espalda).
Esta rotación y elevación del omóplato se produce de forma natural al alzar los brazos encima de la cabeza en abducción y flexión (mover los brazos hacia la parte delantera del cuerpo) y ayuda a prevenir lesiones en la articulación del hombro. Si intentas abducir los brazos por encima de la cabeza sin mover el omóplato, seguramente te bloquees a mitad de camino.
Esta es otra manera de notar el movimiento de omóplato normal: imagina que tratas de alcanzar algo en una estantería alta. Estira bien sin pensar en el movimiento. Deja que la parte externa del omóplato suba. Nota toda la libertad de movimiento de que dispones en la articulación del omóplato.
Si quieres saber más acerca de cómo obtener mayor libertad y estabilidad en los hombros, además de perfeccionando el perro boca abajo, no te pierdas el número 119 de tu revista Yoga Journal España. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistayogajournal.es
La entrada Mejora tu perro boca abajo para que tus hombros no sufran se publicó primero en Revista Yoga Journal.